De ese modo, poco antes de que se cumpliera la media hora, los visueños tuvieron la opción de adelantarse con un remate de Quesada en la que la pelota se paseó por la línea de gol ante la incredulidad de la grada local. Antes también disfrutó de una ocasión Ale Pineda, con un remate escorado, y casi llegando al tiempo de descanso sería el extremo izquierdo visitante, Ale, quien tras jugada personal obligó a Chico que se cruzó para enviar la pelota a córner.
Durante el segundo tiempo, el partido se abrió un poco más y presentó alternancia de ocasiones para ambos equipos. El conjunto onubense gozó de una oportunidad tremenda con 5 remates en el interior del área que acabaron sacando entre Ramón y la zaga blanquiazul. Por su parte, en los compases finales, era el equipo entrenado por Eusebio Navarro quien daba un gran susto a su rival con un remate de Lichi en el segundo palo. Con todo de cara, el central visueño no acertó en su remate y acabó desaprovechando la ocasión.
Y es que el partido estaba predestinado para que fuera Pablo quien escribiera el final de una página que tardará en olvidarse en El Viso. El defensor local remató el balón en el segundo palo y llevó la locura al San Sebastián visueño. Poco importaba cómo fue el gol ni quien lo marcó, porque como el propio Pablo comentó al final de partido, el gol lo había marcado la fe del equipo.
De esta manera, el UP Viso consigue tres puntos importantísimos de cara a conseguir el objetivo de la permanencia, una salvación que ya se ve más cerca con estos tres triunfos consecutivos que dan una tranquilidad necesaria a los visueños de cara a esta recta final de liga.
Ficha técnica:
UP Viso: Ramón, Juanma, Pablo, Chico, Carlos Branco, Ángel, Luna, Javi (Lichi 62'), Ale Pineda (Cata 75'), Paco Kosqui y Quesada.
AD Cartaya: Ferriol, Canterla, Güi, Pablo, Francis, Luis, Canito, Mario, Luis Ruiz (Pascal 87'), Juanki (Lolo 76') y Ale.
Gol: 1-0 Pablo (90+4').
Árbitro: José Luis Arcila Pérez. Amonestó a los locales Quesada y Pablo Marri; y a los visitantes Luis, Canito, Luis Ruiz y Canterla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Añade tu comentario aquí: